Existe
una creencia popular por la que se suele decir que las mujeres cuidan más los
detalles y por ello son mejores mentirosas, ya que elaboran mucho más las
historias que inventan para tapar las mentiras.
Por
eso cuando un marido o un novio duda sobre si su esposa o novia le es infiel
suele tener menos evidencias y muchas más dudas que cuando nos enfrentamos al
caso contrario.
La
mujer infiel suele aprovechar reuniones de trabajo o de formación cuando su
situación laboral lo permite o bien usa el término “noche de chicas” o “fin de semana de chicas”
e incluso dicen ir al gimnasio para ocultar en realidad un encuentro furtivo
con su amante.
Por
esa sutileza que por norma general gastan las mujeres es necesario realizar una
investigación desde el primer momento en que la pareja sospecha. De lo
contrario, si se tratase de confrontar primero la situación preguntando directa
o indirectamente por esa supuesta infidelidad, saltarían las alarmas en caso de
ser una mujer infiel y dificultaría una futura investigación y los resultados
obtenidos tras la misma.
La
labor del detective privado en situaciones de infidelidad consiste en realizar
una vigilancia e investigación sobre la rutina y las salidas de la mujer, para
averiguar si dice la verdad o aprovecha esos momentos para tener encuentros íntimos
con su amante. Tras la investigación, se realiza un informe con todos los
resultados recabados para el cliente y que sea el quien pueda tomar las medidas
pertinentes según las conclusiones obtenidas.
Por
último y a modo de curiosidad, os dejamos este artículo sobre la edad media de
infidelidad de las mujeres.
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