Actualmente
no nos resultaría extraño encontrarnos con noticias en las que se habla de
menores consumiendo alcohol, tabaco, drogas… Además, estos hechos se avalan con
una serie de encuestas que inciden en la precocidad de mucha gente joven para
consumir cualquiera de dichas sustancias, por lo que detectar estos
comportamientos desde el principio se convierte en fundamental.
Ahí
es donde entra la investigación realizada por un detective privado, un servicio
muy demandado a agencias de investigación privada para el seguimiento y
vigilancia de hijos adolescentes, con el fin de conocer qué hacen cuando salen
de casa, especialmente los fines de semana.
Existen
una serie de motivos que ponen en alerta a los padres y los hacen recurrir a
nuestros servicios:
- Hijos que cambian de compañías y nuevos amigos desconocidos
- Sus hijos salen con amigos consumidores de alcohol o drogas y quieren saber si ellos también las consumen
- Cambios en la actitud de los hijos (comportamiento más distante, irritable o pasa más horas fuera de casa)
- Comentarios de terceras personas sobre los hijos en situaciones o lugares inapropiados
En
estos casos, la labor del detective es investigar qué hace el menor fuera de
casa y con qué gente se reúne, tratando de recabar la mayor información posible
para poder dar respuesta a todas las preguntas de sus padres, que motivaron la
contratación de los servicios de investigación.